Ante la actualidad de la economía globalizada, las tendencias del modelo arquitectónico, siguen un camino paralelo, formando parte de un sistema holístico y materializándose en valores y estrategias, que representan la sociedad de consumo en la que vivimos . La arquitectura de consumo busca un mensaje superficial, para manipular emocionalmente a su receptor, análogamente a la propaganda comercial o al marketing publicitario, al arquitecto estrella ya la promoción de la marca personal, por encima de la funcionalidad o el diseño racional. Desde el inicio de la supremacía neoliberal con Thatcher y Reagan, (originalmente desde los Acuerdos de Bretton Woods ), Y la caída del muro de Berlín, hasta la crisis de los Lethmann Brothers, y aún hoy en día, es la estrategia predominante para el desarrollo de muchos proyectos emblemáticos.
La Ópera de Sydney es el ejemplo icónico y el modelo inicial de la arquitectura de consumo, que seguirán muchos. Un edificio y mucha complejidad técnica, y pionero en cuanto a la separación entre especialidades, arquitectura e ingeniería, donde se cree que se puede desarrollar un diseño arquitectónico sin tener en cuenta su realidad construible. El diseño deja de lado contemplar la construcción.
Las obras se iniciaron prematuramente por motivos electoralistas en 1959, con una solución original para las cubiertas y un diseño arquitectónico emblemático. Posteriorment se desarrollan hasta nuevos modelos estructurales que no aportan ninguna solución satisfactoria para Utzon .
Las curvaturas originales de la cubierta, producían enormes problemas en el cálculo y en la fabricación de los elementos de revestimiento exterior, hasta que se propuso unas nuevas formas para las conchas, sensiblemente diferentes a las iniciales, facilitando enormemente el cálculo y la fabricación. Para cuando la solución estructural estuvo disponible, los cimientos ya estaban muy avanzados, necesitando derribos, muchos esfuerzos y una considerable inversión. La arquitectura de consumo requiere de una cantidad de recursos irracionales, para el desarrollo del proyecto. Más adelante surgieron nuevos problemas. Con la solución de las conchas esféricas se redujeron mucho los aforos y la calidad acústica. Todo ello conllevó el deterioro en la relación entre los equipos de arquitectura y el de la ingeniería de Arup , Que conllevaron la dimisión de Utzon.
La obra finalizó en 1973, con nueve años bajo la tutela de Utzon y ocho sin ella. El presupuesto final fue de 102 millones dólares australianos, siendo el presupuesto inicial de 7.000.000. En la sala principal no se puede representar ópera, y en la sala pequeña puede hacerse, pero sin los altos estándares de los grandes teatros de ópera. Una característica clave de la arquitectura de consumo. Pero es uno de los edificios más admirados del siglo XX y la referencia iconográfica más importante de la ciudad y de todo el continente.
La calidad exaltada de los productos no es el valor de uso, la calidad o la durabilidad. No es el objetivo principal promover el deseo de consumir algo más nueva. El propósito principal de la publicidad es identificar al consumidor con el producto. Hacer que el producto se vea como un medio de expresión de las características personales y distintivas del consumidor. Algo que puede hacer más feliz y completa, tanto en el interior como a la vista de los demás.
Referencias:
La arquitectura después de Bretton Woods, Jorge Minguet Medina